jueves, 9 de febrero de 2012
Los tigres en la lluvia (Spinetta y mi viaje de consciencia)
Mi primer período Spinetta fue entre mis late teens y mis veintipocos, cuando lo escuchaba y tocaba (intentaba) a rabiar. Luego me empezó a parecer demasiado intelectual y me cansó.
Mi segundo período Spinetta ocurrió unos años después, cuando empecé a experimentar la expansión de consciencia con ayuda del ayahuasca, en lo que inició un viaje curativo hacia mi propia alma. Uno de los acompañantes de la primera etapa del viaje (etapa que duró una sola noche, en tiempo humano al menos) fue Jose Naveda, y con él nos pusimos a hablar de Spinetta, no sé por qué.
En los siguientes días o meses (nuevamente, el tiempo humano no contaba mucho por esa época) fui comprendiendo o, más bien, viviendo muchas de las imágenes que había cantado tantas veces pensando que eran simplemente poesía o juegos de palabras.
De pronto para mí esas letras ya no eran intelectuales, sino maneras totalmente inmediatas de aproximarse a otra realidad, una que quizá yo no hubiera podido vislumbrar sin la intensa conmoción sensorial de la planta maestra (aunque entonces intuí también que otros, por ejemplo Borges, pudieron hacerlo en sobriedad, pero esa es otra historia).
Entonces, sin pensarlo demasiado recopilé esas canciones. El orden no importaba mucho pues son cosas que pasan todas al mismo tiempo (¿necesito repetir lo del tiempo humano?). Tampoco importaba si algunas no tenían una temática tan psicodélica, lo único que contaba es que se relacionaban de alguna manera misteriosa con mi viaje personal. Una cosa curiosa que descubrí después fue que algunas de estas canciones tenían un sonido constante en el fondo de alguna manera similar a lo que suele hacer un chamán con la shacapa o la maraca. Eso lo fui notando en esos días de escuchar estas canciones mientras iba aprendiendo nuevamente a mirar el mundo desde otro lugar, desde la posibilidad de sanar y de hallar paz.
Así que aquí les dejo a quienes quieran oírla, la parte de este viaje que narran las canciones de ese tipo tan bacán con el que tuvimos el gusto de compartir este planeta por algunos años, hasta el día de ayer. Y con la alegría de saber que su viaje ahora debe estar siendo infinitamente más maravilloso.
Los tigres en la lluvia - Lista de reproducción YouTube
miércoles, 8 de febrero de 2012
Spinetta y las bandas eternas
A fines del 2009, Spinetta (con 59 años) presentó un concierto repasando toda su carrera, con parte de las formaciones de sus bandas originales. El concierto duró más de 5 horas y estuvo diseñado para empezar con la época más reciente e ir avanzando progresivamente hacia el pasado (nota mental: algunas sociedades tradicionales como la andina situan el pasado "adelante" y el futuro "atrás"). Como me contó Gabriel, lo más interesante era que luego de llegar hasta el pasado más remoto (Almendra), el flaco hizo un intermedio avisando que no se fueran, pues venía algo más. Luego regresó y tocó temas nuevos. Era como un manifiesto de quien escribió una vez "yo nunca voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor". El pasado era importante, pero sobre todo porque daba un impulso para el futuro. No sé si él era consciente de que sus temas nuevos no tenían la perfección de los antiguos, pero seguramente aunque fuera así sabía que la vida se trataba de seguir creando. Tampoco sé si en ese entonces ya sabía o sospechaba que le quedaba poco tiempo. En todo caso eso sólo hace más relevante y emocionante el manifiesto. También escribió una vez: "canta toda la vida, canta aunque estés distante, canta tus penas de hoy, y al partir sentirás una brisa inmensa de libertad".
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