domingo, 10 de julio de 2011
Sobre la muerte de Facundo Cabral
Asesinado a tiros el cantautor argentino Facundo Cabral en Guatemala · ELPAÍS.com
A veces el mundo nos deja confundidos. Quizá para recordar que no podemos entenderlo todo. Ayer muchos sólo dijeron ¿por qué? Otros insultaban a los sicarios. Yo me preguntaba: ¿ha empezado la guerra contra los que queremos que todo cambie pero sin violencia?
Esta muerte no es solo triste, es cuestionadora para los que creemos en muchas de las cosas que él predicaba. A mí me cuestiona porque por un momento siento rabia. Por un momento pienso si de verdad vale la pena. Por un momento pienso si tal vez hablar de paz, amor y fe es algo frívolo cuando hay mafias, sicarios y escuadrones de la muerte a nuestros costados.
Pero es sólo "por un momento". Que dure sólo un momento y luego pueda mirar ese pensamiento desde afuera, y afectuosamente dejar que se vaya tal como llegó.
La violencia sólo triunfa cuando consigue meterse dentro de uno y hacer parte de nuestra vida. Lla única forma en que los violentos pueden ganar es cuando te convierten en uno de ellos.
Ahora las noticias dicen que los disparos "no iban dirigidos a Facundo Cabral". Eso es importante para los forenses, los abogados, los policías y algunos políticos. Y muchos se sentirán más tranquilos diciendo que fue una lamentable casualidad. Discúlpenme, pero a mí me parece bastante pobre quedarse en eso. Igual cuando leo que el presidente de Guatemala dice que "vamos a atrapar a los culpables".
No, no los van a atrapar. Porque los responsables ("culpables" dicen ellos) no fueron quienes jalaron el gatillo, ni quienes los contrataron.
Da igual a quién hayan querido matar. Querían terminar con la vida de un ser humano y lo hicieron. Un empresario, quizá corrupto, o un poeta pacifista, igual son seres humanos. Es responsable todo el que alguna vez quizo dañar gravemente a otra persona, todo el que lucra con el daño que se hace a otra persona, todo el que promueve el uso de armas, todo el que participa en negocios basados en la violencia.
Tal como en la historia de Jesús, que era tan importante para Cabral, no es tan importante si lo mataron porque lo consideraban peligroso o por error. Lo importante es que quien defiende la paz en un sistema violento estará siempre a merced de esta violencia.
No me gustaba mucho su música, pero siempre que leía o escuchaba sus palabras sentía que era una persona buena y que decía cosas muy ciertas. Si no he entendido mal la forma que tenía Facundo Cabral de hablar y de vivir, él debe haber estado preparado para lo que fuera le tenía preparado el universo (Dios, decía él) en el último momento. Decía antes que esta noticia nos cuestiona a los que creemos en cosas como las que él decía. Ojalá que nos cuestione sólo para luego volver con más fuerza a estas ideas, para reafirmarnos cada vez más en transmitir paz y amor a los demás.
Y, sobre todo, para recordar que cualquier cosa vale la pena -hasta terminar acribillado- si se ha hecho todo lo posible por vivir una vida libre y plena.
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Nada más cierto que tu reflexión final: que esa violencia no nos llene de violencia a nosotros también. Que la vida, se termine cuando sea, haya valido la pena. Que estemos listos no sólo porque "no conocemos ni el día ni la hora" si no porque agradecemos cada día el don de la vida. En un día especial para mi vida. Yo también resucité.
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